jueves, 23 de agosto de 2012

Las últimas visitas de nuestro viaje - parte II


Al día siguiente volvimos al Museo Nacional de Antropología a visitar unas salas que nos quedaron pendientes en la primera visita, cuando comenzamos nuestro viaje. Recorrimos la sala de Teotihuacan (hoy volveremos a las ruinas por 2da vez para despedirnos. Será día de meditación, música zen e inciensos) y de pronto ingresamos a la sala Azteca.





Nos quedamos duros por el impacto cuando vimos en el centro de la sala el gigante disco solar precidiendo la sala. Pudimos apreciar esculturas tan bien conservadas que no acusan el paso del tiempo (de unos 500 a 600 años de antiguedad) contemporaneas a la conquista, no porque hayan sido respetadas por los españoles, sino porque fueron protegidas por la selva y la tierra, de hecho el gran disco solar se halló circuntancialmente cuando estaban alisando el adoquinado en cercanía de la plaza central de la ciudad, en la zona del gran Tenochtitlan, que se encuentra sepultada por los edificios españoles, en lo que hoy llaman "la zona antigua del Zócalo",centro de México. Por suerte cada tanto algun terremoto destruye uno de estos edificios coloniales y entonces se autoriza la excabación y se encuentra debajo de ellos tesoros de esta cultura, superior a la europea, extraordinaria. Si estuviera en nuestras manos mandaríamos a demoler los edificios antiguos españoles (hay de sobra en España) y sacaríamos a la luz el explendor de los pueblos originarios que quisieron ser sepultados pero aún viven y permanecen eternos entre sus ruinas.









Descanzamos un par de días y nos dedicamos a comprar algunos recuerdos: regalos para la familia y un traje para Gonza porque tenemos el casamiento de Ceci en febrero.

Fuimos a conocer el último sitio arqueológico de este gran viaje: Los Atlantes de Tula, 8 columnas que se conservan sobre una pirámide de 5 cuerpos en las que aún se observan figuras y frisos esculpídos en bajos relieves donde aparecen las figuras clásicas del motivo religioso: el jaguar, el águila, la serpiente, imágenes de reyes, soldados, sacrificios rituales, guardas ornamentales con formas de corona circular, vegetales y una forma que representa al agua. Por las carácteristicas que vimos era un templo y los colosales atlantes que miran al valle eran columnas que sostenian el techo del templo, extraordinarios y monumentales.













Al fin pudimos organizar mentalmente un poco el tema de los pueblos originarios y sus cruces culturales, ya que en el contacto entre ellos se influenciaban en lo artístico. Tula es netamente Toltecas que a la vez se extendieron hasta  Teotihuacan  (hablamos de períodos de 1500 años divididos en  preclásico, clásico y posclásico). A los Teotihuacanos  los suceden los Aztecas que toman sus monumentos antiguos y recrean su cultura con nuevos monumentos, esto en la zona centro sur, contemporáneos con los Mayas, tienen buenas relaciones entre ellos y se influencian culturalmente. Los Mayas se desarrollan desde Palenque por toda la riviera maya hasta Chichén Itzá. Hacia el centro norte se encuentra la actual ciudad de Veracruz que como comentáramos,  surge del pueblo primitivo de los Olmeca, que se desarrolla en la zona llamada: La Venta. Cada uno de ellos con algunas características propias, mantienen el concepto de organizacion de ciudades sobre plataformas escalonadas que van a indicar el rango de los edificios de acuerdo a la cantidad de escalones: 2 o 3 para el grupo social obrero, más de 20 para el rango militar, escalinatas con plataformas para las clases sociales altas, luego viene el palacio del rey más elevado y las pirámides comunmente de 9 grandes plataformas dedicadas al templo, orientadas según las constelaciones y el sol. Tenían muchas deidades y según el rango de la deidad era la altura de la pirámide y la monumentalidad. Un dios siempre presente a lo largo de las civilizaciones: Quetzalcóatl,  representado como una serpiente emplumada. Se repite la zona de la cancha de pelota, que más que un deporte es una zona de ritos y sacrificios, ya comentamos que era un juego de dos y el que ganaba tenia el honor de ser entregado en sacrificio, tenían arraigado el concepto de eternidad y la vida como un tránsito. Se supone que en los alrrededores de la ciudadela se encontraban las zonas de cultivos y los campesinos, aunque no hay documentos sobre esto, mucho se basa en suposiciones y la mayoría de los lugares tienen nombres inventados para organizarlos o para identificarlos, igual que las esculturas.


Este es último escrito que hacemos de nuestro viaje...lo hicimos para compartir, aunque fueron pocos los comentarios, deducimos que fueron pocos los que nos siguieron, pero por sobre toda intención estuvo el mantener la memoria como ocurrió con nuestro viaje a Perú, cuando nos metimos en la cultura Inca y escribimos un diario. Hoy la tecnológia nos permitió más imágenes y videos para el recuerdo. Gracias México por tu belleza. Gracias a ese grupito de amigos incondicionales que siempre están y nos acompañaron con sus comentarios. Gracias a la vida, por habernos enseñado a vivirla.

Carlos y Gonzalo, los compinches de siempre....

Las últimas visitas de nuestro viaje - parte I


Parece que Distrito Federal tiene escondido en sus barrios mágicos sorpresas inesperadas.....Nos intrigaban las montañas que lo rodean...investigamos un poco y en el barrio de Santa Maria Magdalena de Atlitic, aparte de la típica iglesia con su convento, que ya no es convento sino que cumple otras funciones, se encontraba una zona de montaña, así que decidimos trasladarnos a ese lugar.
Luego de varios transportes que comenzaron con el metro, siguieron con un colectivo y finalizaron con un taxi, llegamos al lugar y una vez más México nos sorprendió: de golpe nos encontramos subiendo una montaña cubierta de arboles típicos de montaña, como las diferentes variedades de pinos antiguos, enredaderas, musgos, hongos, un río torrentoso bajando de la montaña, grandes piedras.


Llegamos a un rincón frente al río y nos sentamos en un tronco, preparamos el mate y me invadió una emoción profunda. Sentí a El Bolsón en ese espacio muy similar a la naciente del río Quemquemtreu, esos lugares que dejan una huella en el alma y siempre vuelven. Caminamos, olimos esos perfumes del bosque, fotografiamos las texturas de unos troncos bellísimos, escuchamos el canto de los pájaros y de los insectos, jugamos con mariposas, encontramos una cahorrita perdida, cansada y la cargamos. todo era una atmósfera especial.









Bajamos la montaña siguiendo la pendiente del rio y llegamos a una zona donde habia una especie de parque dentro del bosque: había familias y chicos jugando y le encontramos una mamá  adoptiva para la cachorrita, una adolescente del lugar. A Gonza lo siguen todos los perros, sé que le  costo entregarla pero no había otra opción. Comimos unos tacos de flor de calabaza y de hongos que vendían en un puestito del lugar y llegamos al barrio donde hicimos una corta visita a la iglesia colonial.



Nos impusimos un descanso y un paseo corto al siguiente dia, asi que fuimos de tarde al gran parque de Chapultepec. Visitamos un espléndido mariposario en el predio del zoológico, muy bien organizado y tuvimos contacto con las mariposas en un ambiente protegido pero muy natural. Durante nuestra permanencia liberaron un grupo de mariposas que tenian su primer vuelo, revoloteaban sobre nuestras cabezas, se posaban en nuestro cuerpo y manos. En un ambiente sin agresión y deseos de posesión todo se equilibra y se armoniza, así debería ser nuestra vida cotideana, en algo le erramos.











Creo que por el estado en que nos dejaron las mariposas disfrutamos con tranquilidad del insectario y yo me animé por primera vez en mi vida, a tener una gran araña tarántula sobre mi mano, me costo un poco pero lo hice, recordando que el animal que emite más vibraciones de temor en presencia del hombre (el gran depredador ) es la araña. Fué una experiencia muy fuerte y me duró horas la sensación ya que fuí educado para temerles, mi madre es aracnofóbica.





(continua en la parte II...)